2019
09 Oct.2019 - 20 Ene.2020
Artistas
La temprana ruptura de Rufino Tamayo con el movimiento muralista fue más que una simple divergencia. Su visión mítico-poética de la historia nacional, su concepto de hombre como un ente universal, y su vocación por una integración internacional lo alejaron inevitablemente de los cánones localistas instaurados por los llamados tres grandes del muralismo mexicano.
Esta muestra despliega algunos de los bocetos originales de los 20 murales que realizó Tamayo a lo largo de su trayectoria, con los que actualizó y dio vigencia al movimiento más importante de la historia del arte mexicano, algunos de estos murales no fueron realizados dadas sus circunstancias, otros se han constituido en íconos de un arte esencialmente mexicano.
Adicional a los bocetos de los murales, esta muestra incluye once óleos del artista que ahora se despliegan en una sala dedicada a su trabajo. Son las pinturas que seleccionaron los Tamayo, como una muestra de la etapa más reciente del trabajo del pintor y que decidieron integrar al acervo del museo. Abarcan un periodo de treinta años y entre ellos se encuentran obras emblemáticas de sus aportes renovadores del arte mexicano como lo son Retrato de Olga, 1964, Sandías, 1968 y La gran Galaxia de 1978.
En esta ocasión hay un agregado de gran importancia, el lienzo inconcluso que dejó Rufino Tamayo sobre el caballete de trabajo, y que con elocuencia deja entrever el proceso de realización de sus pinturas al óleo.
En apariencia otro México*: Título que Antonio Rodríguez dio al capítulo sobre Tamayo en su libro Historia de la pintura mural en México, 1967.
Imágenes:
1. Boceto para el mural la naturaleza y el artista la obra de arte y el espectador. Realizado en el Smith College, Massachusetts, 1942
2. Boceto para el mural Dualidad, 1964
3. El tragacañas, 1964
4. El día y la noche, en las pirámides de sol y de la luna, s.f.
© D.R. Rufino Tamayo/Herederos/ México/2019/Fundación Olga y Rufino Tamayo, A.C.